El que un niño de entre dos y tres años haga rabietas o berrinches puede llegar a considerarse normal, sin embargo, el trato que demos a ese tipo de actitudes definirá su frecuencia, disminución o desaparición.

Pongamos un ejemplo: Cuándo estás en un restaurante y tu hijo empieza a llorar a gritos, patalear y tirar cosas, ¿qué haces?, ¿le das lo que quiere, lo sacas inmediatamente del lugar, lo regañas, le pegas o simplemente esperas a que se le pase?

Muchos padres podrán decir: “Es un niño, los demás tienen que entenderlo”, no obstante, el comportamiento de tu hijo dice mucho de la disciplina  que implementas como padre.

Ante este tipo de situaciones expertos recomiendan:

• Controlar impulsos
• Resolver problemas
• Retrasar la gratificación
• Negociar
• Comunicar deseos y necesidades
• Saber qué se espera en una determinada situación y actuar antes de tiempo

Seamos más claros, al darle inmediatamente lo que quiere estás alentando a que se comporte de la misma forma cada que desee algo y no lo obtenga. Conforme vaya creciendo irá perfeccionando su técnica (por más mezquino que se escuche) hasta llegar al punto en que no quiera obedecerte.

Para contrarrestar lo anterior, es necesario dictar reglas específicas y dejar en claro quién tiene el control. Volviendo al ejemplo del restaurante, puedes darle lo que pide en el momento pero sé claro (ya sea con una mirada, un gesto o explícitamente) que cuando regresen a casa será castigado, ya que cualquier señal de debilidad de tu parte estimulará su mal comportamiento.

Por último, si notas que los berrinches de tu hijo son demasiado frecuentes y que por más veces que lo castigas, no aprende la disciplina a pesar de estar en edad de kinder o primaria. Habla con sus maestros y entre ambos traten de encontrar la raíz del problema. Está demostrado que la falta de control en menores puede deberse a problemas más complejos como ansiedad, dificultades de aprendizaje e incluso TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).

En el siguiente artículo hablaremos más a detalle del TDAH. ¡Visita nuestro blog semanal!