Preescolar es un adjetivo que se emplea para denominar a la etapa del proceso educativo que antecede a la escuela primaria. Otros nombres que también se han otorgado a este periodo es: kinder y jardín de niños.

Anteriormente, un niño ingresaba a primero de kinder a los cuatro años, si los padres así lo decidían, y posteriormente cursaba segundo de kinder, el único nivel obligatorio. En ambos grados, se les enseñaba a colorear, los números, vocales y otras actividades poco complejas.

Hoy en día, eso ha quedado atrás. En la etapa preescolar, se busca que el niño tenga desarrollados diversas capacidades, conocimientos y competencias que serán la base para su desenvolvimiento social y académico.

Está dirigido a estimular el desarrollo cognitivo, emocional, de lenguaje, físico, motor, social y moral de los niños y niñas, para desarrollar sus potencialidades y especialmente para promover su inteligencia.

¿Cuál es la base del cambio en la primera infancia?

De acuerdo con datos de la UNICEF, los primeros 36 meses de vida son la base fundamental para el desarrollo físico, emocional, intelectual y social de las personas.

Varios estudios han demostrado que los niños que asisten a preescolar tienen una puntuación alta en lectura en la escuela primaria, más posibilidades de graduarse en la secundaria y más deseos de concluir la universidad. 

Con base en lo anterior, diversos países han declarado ‘obligatoria’ la educación preescolar y no solo eso, sino que ahora son tres y no solo dos, los años que los niños tienen que asistir al jardín de niños.

En el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se destaca que en prácticamente todos sus países, los alumnos que habían pasado por la Educación y Atención de la Primera Infancia (EAPI) tuvieron mejores resultados en las pruebas Pisa, al llegar a los 15 años.

Lo anterior demuestra que estar en estructuras educativas desde la más tierna infancia les ofrece “una base para una formación continua y exitosa”.

Ya que como decía la renombrada educadora, María Montessori: “El niño, con su enorme potencial físico e intelectual, es un milagro frente a nosotros. Este hecho debe ser transmitido a todos los padres, educadores y personas interesadas en niños, porque la educación desde el comienzo de la vida podría cambiar verdaderamente el presente y futuro de la sociedad”.